Las marcas como fuente de referencia en la sociedad

Todas las empresas e instituciones pretenden fomentar su visibilidad, notoriedad y reputación en su ámbito de actividad.

El valor intangible de la proyección de la imagen corporativa o institucional, bien optimizado, se traduce en el incremento de los parámetros de negocio.

Pero impactar en los públicos objetivo no resulta tarea fácil, y más en la coyuntura actual.

La revolución digital ha multiplicado el desarrollo de los canales y los soportes de comunicación.

El resultado es que las opciones de llegar a los públicos objetivo por parte de empresas e instituciones se ha multiplicado exponencialmente en los últimos años.

Sin embargo, la fragmentación de las audiencias, producto del aumento de la oferta, no hace el proceso más sencillo, sino que obliga a ejercer la creatividad e inteligencia para operar con efectividad entre tanto "ruido" comunicacional.

Las fórmulas tradicionales de promoción, además de costosas, están en crisis, como la publicidad.

El boom de las redes sociales ha consolidado un sueño deseado desde hace tiempo: la interactividad, y la capacidad de usuarios, consumidores y ciudadanos, de protagonizas las relaciones de comunicación.

 

Las empresas e instituciones desean adaptarse a estas nuevas reglas del juego, con los mismos objetivos de siempre: visibilidad y notoriedad, y en consecuencia, desarrollo de su crecimiento como marca y de sus resultados de actividad. Rentabilidad, económica y de imagen, en definitiva. El desafío está servido, y otros lo hicieron antes y ganaron. Visionarios. Pero ya es un reto del presente.